Industrial, rústica, minimalista… modifica el look de la cocina con una inversión ajustada, simplemente cambiando los frentes a los Muebles de Cocina.

Protagonistas de la cocina por sus Muebles de Cocina, volumen y cajones determinan en gran medida la atmósfera de esta estancia. Lo bueno es que basta con cambiar las puertas de sus módulos –con medidas y acabados que normalmente son estándar– para darle otro aire al espacio. A continuación, hemos seleccionado unos cuantos estilos para que veas cómo estos son capaces de definir totalmente una cocina.

¿Minimalista, depurada y profesional? Sin duda, es una tendencia de plena actualidad, que se traduce en puertas totalmente lisas y cantos rectos, a ser posible sin tiradores que rompan visualmente la continuidad de las superficies.

El blanco es el color estrella de estas cocinas, tanto en acabados mates como brillantes, generalmente en forma de laminados sintéticos aplicados sobre un cuerpo de aglomerado de madera.

Si buscas una cocina igualmente actual pero con una atmósfera más cálida y con una nota atemporal, los frentes de los Muebles de Cocina también lisos y rectos pero con acabados de chapa de madera son los más indicados.

Su estructura, por lo general de aglomerado, sobre la que se aplica la delgada lámina de madera, ofrece la belleza natural de este material a un coste más asequible que las propuestas macizas, al tiempo que se encuentran disponibles en una amplia oferta de variedades de madera, tonalidades y acabados.

Las maderas claras, con suaves vetas y sin nudos, son las más habituales y versátiles, aunque hay opciones para todos los gustos: con vetas muy lineales que se acentúan mediante diseños verticales u horizontales de frentes, propuestas exóticas en tonos profundos, acabados agrisados, tintados, etc.

Importado de los restaurantes profesionales, el acero inoxidable ha llegado a las Muebles de Cocina de los hogares de la mano del auge de la estética industrial y los espacios tipo loft. A su favor cuenta con sus excelentes propiedades en cuanto a resistencia, durabilidad e higiene, además de su estética impactante, que da lugar a proyectos singulares.

En su contra, lo visible de cualquier marca en su superficie especular y el hecho de que va perdiendo su característico brillo tras las frecuentes limpiezas a las que se ve sometido en un espacio como la cocina. De ahí que uno de los empleos más habituales de estos frentes de armarios sea en zonas concretas en la cocina, por ejemplo enmarcando el área de cocción o la de aguas, combinado con otros acabados en el conjunto.

A lo largo de la historia, la cocina ha sido siempre el auténtico corazón del hogar, algo que aún hoy se traduce en un buen número de propuestas de estética tradicional que nos hagan sentir como en casa. Puertas de madera maciza con marcos rectos o molduras –según el grado de rusticidad que se quiera dar a la estancia– son el mejor exponente de este estilo que permite crear tanto sofisticados proyectos de corte clásico como otros de relajada estética provenzal.

Esto dependerá, en gran medida, del acabado que se dé a las puertas: barnizado, para que sea la madera la protagonista; patinado, para suavizar el impacto de la misma en el conjunto; o lacado en cualquier color de nuestra elección, si bien el blanco sigue siendo el más empleado. En esta opción, los tiradores son imperativos: tipo uñero para unos Muebles de Cocina de aire americano como la de la imagen; en hierro forjado, para una más rústica; en acero, si queremos actualizar el conjunto…

Pese a que el blanco, color de la pureza y la limpieza, sigue siendo el preferido para los Muebles de Cocina, prácticamente todos los fabricantes tienen líneas en colores más vibrantes para quien busca configurar un ambiente con personalidad. Rojo, negro, naranja y amarillo son los más habituales, sobre todo en acabados de alto brillo –lacados, laminados o en superficies de vidrio coloreado, como los de esta cocina–. Resultan perfectos para composiciones modernas y con un cierto aire pop.

No es extraño encontrar módulos más coloristas combinados con otros más neutros aunque, si lo que buscas es una cocina totalmente personalizada, nada mejor que una realizada a partir de bloques de colores sólidos, como la de la imagen; un recurso que refuerza el volumen de cada módulo.

Generalmente asociados a las cocinas de estética rústica, los frentes de madera maciza pueden adaptarse a prácticamente cualquier estilo, en función de la variedad de madera elegida. Buena prueba de ello son estos Muebles de Cocina, de estética contemporánea y ligeramente industrial, en la que se ha buscado realzar la naturalidad del material mediante una madera de abundantes y marcados nudos que se ha dejado prácticamente sin tratar.

Tanto si los frentes son lisos como con molduras, al decantarse por propuestas macizas hay que asegurarse de que estén hechos con madera de calidad y tratados para que no presenten problemas de estabilidad dimensional o que se deformen con las especiales condiciones de temperatura y humedad de la cocina.

Una de las principales ventajas de los frentes de madera natural es su durabilidad y el hecho de que envejecen con estilo, evolucionando con el paso del tiempo. En este sentido, unas puertas macizas pueden decaparse para aplicarles un acabado totalmente distinto al que tenían o, como se ha hecho aquí, eliminar su tratamiento superficial para dejar a la vista no solo la esencia del mueble sino el paso del tiempo sobre este. El resultado, unos Muebles de Cocina cocina de atractiva estética shabby chic, una tendencia al alza.

Otra tendencia al alza es el auge de la estética retro, que se impone en las cocinas más actuales. Si quieres trasladarla a la tuya, nada mejor que aplicar una capa de pintura en suaves tonos pastel sobre las puertas de los Closets –con la necesaria imprimación sobre la superficie de las mismas en el caso de materiales no porosos– y rematarlas con unos tiradores de formas suaves y redondeadas.

Si buscas una estética retro con un punto kitsch, opta por unos frentes de formica, marca registrada de laminado sintético que se hizo tan popular en los años 50 y que ya es un término aceptado incluso por el diccionario de la Real Academia Española de la lengua. Que sea en un tono vibrante, ¿amarillo, quizás?

Extractos de artículos Houzz

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